Agustín Canapino ganó la mejor carrera de Turismo Carretera en lo que va del año y se llevó la Copa Montanari. Fue un mano a mano con Matías Rossi que dejó sin respiración a los miles de fanáticos que se acercaron hasta San Nicolás.
Al ser consultado sobre la lectura que hizo de la competencia, el Titán comentó: “La carrera la divido en dos. La primeras 12 vueltas fueron tremendas por las condiciones en la que se encontraba la pista. Estaba muy difícil por la llovizna y hasta en un momento por el aceite que había. La segunda parte fue donde comenzamos el ataque hacia Matías Rossi para buscar la carrera Se corrió al límite pero dentro de las reglas”.
En el inicio de la competencia Agustín casi pierde el auto y estuvo a punto de perder todo. Al ser consultado sobre si cree que la suerte del campeón, señaló: “Siempre hay suerte en la vida. En el momento que me paso lo pude sacar y eso no fue suerte”.
El triunfo del de Arrecifes no fue sorpresa. Su Chevrolet se viene mostrando firme desde hace tiempo, ya cuatro finales en el año, y a la hora de hablar de su Camaro comenta: “A mi auto le elogio desde la pintura hasta el taque de nafta, pero también elogio al gran equipo que trabaja mucho y responde a mis exigencias Considero que tengo los mejores”.
Para ganar, Agustín arriesgo en un par de oportunidades. ¿Era necesario? “Me servían los puntos del segundo lugar, pero no ir en búsqueda de la victoria era ir en contra de principios”.
Entre otras cosas el referente de Chevrolet reconoció que, en lo personal,  está ante un gran presente. “Estoy en uno de mis mejores momentos. Nunca había ganado cuatro carreras en un año pero igual soy consciente que todavía no ganamos nada”. Al terminar la frase se le pregunto si es difícil que a un piloto que ganó cuatro carreras se le escape el campeonato, y dijo: “Es difícil, pero se puede escapar y más en el TC. Faltan tres carreras y hay varios que todavía tienen chances”.

ACTC