El automovilismo del Atlántico, considerado uno de los zonales, sino el más importante de la provincia de Buenos Aires, resulta hoy un parámetro para categorías nacionales que se nutren con el material humano que genera cada una de sus especialidades, que pilotos surgidos en sus fuentes y sobresalen en cualquier disciplina.
En está ocasión desembarca este fin de semana en el autódromo Internacional “Hermanos Emiliozzi”, de Olavarría y la oportunidad resulta propicia para la realización del clásico de los clásicos, la carrera especial con piloto invitado de la categoría Monomarca Fiat, que pone en juego el gran premio “Pirelli” y acompañan Gustavo Cano SA y Repuestos “Cinter”.
La competencia reparte más de dos millones de pesos, con un “ingrediente” impensado: 400.000 pesos al último, que no deja de ser un aliciente, un paliativo al esfuerzo.
Obviamente, nadie corre para salir último, pero ese auto, ese piloto, por distintas razones o circunstancias queda marginado de la clasificación y pasa desapercibido, sin ningún tipo de estímulo.
Fuente: Máxima Velocidad