Ofrecemos el detalle de lo acontencido en pista por las Mayores del Sudeste en el autódromo Segundo Taraborelli de Tres Arroyos
TC del 40
Los relojes marcaban las 14.05 y Rubén Guarino se consagraba como el primer campeón del año 2015 en las zonales al cruzar la meta de la primera final de TC del 40 en el segundo puesto, detrás de Martín Araquistain, pero aventajando a Mariano Romeo, su único rival por la corona de las cupecitas.
Al piloto de Pigüé le sobró una final, la segunda, precisamente en la que también fue segundo (detrás del sancayetanense Valentín Caresano) pero en la cual se lo vio mejor tras sacarse la presión y después de haber festejado con su buen grupo de seguidores el título.
Las series respetaron el nivel de la clasificación, y así Araquistain largaba desde la pole y el futuro monarca cuarto; pero en la primera curva y después de mover mejor Yané dejando atrás a Usandizaga, la rueda trasera derecha de este último tocó la trasera izquierda del local y ambos neumáticos se rompieron. Conclusión, dos abandonos y Guarino pasaba a ser segundo, mientras Romeo superaba a un Gagna que “le perdonó la vida” y le dio via libre para pelear por el certamen.
Araquistain imprimió un buen ritmo y Guarino se dedicó a cuidad la posición con un Romeo que lo buscó por todos lados y dejó lo mejor, aunque en la recta no tenía la velocidad suficiente y en las cabeceras respetaba la cuerda que defendía bien el de Pigüé, quien sacó pasaje a la historia grande de las zonales con la obtención del título.
La segunda final fue más distendida aunque no menos atractiva. Caresano partió tercero pero saltó a la punta en el giro inicial superando a Alberti y Mosse. En tanto, dos rondas le llevaron al flamante “rey” para, después de partir 7º, quedar como escolta tras pasar por afuera en la curva “1” a Gallego y Alberti. De atrás Arquistain venía muy rápido hasta entró en trompo y Yané se recuperó al punto de culminar 4º tras largar último.
Minicross
Con un andar demoledor y corriendo como a él le gusta, sin especular nada, el tresarroyense Miguel De Marcos se consagró ayer campeón del certamen 2015 de la categoría Minicross de la FRAD Nº 3 del Sudeste, en el Premio Coronación que de manera espectacular cerró en el Autódromo Segundo “Cholo” Taraborelli del Moto Club un buen año “tuerca” del automovilismo zonal.
Para De Marcos fue un fin de semana perfecto, ganando clasificación, serie, prefinal y final. De esa manera alcanzó el tricampeonato en la divisional, tras aquellos títulos ganados en 2009 y 2010. Y si bien sus directos rivales por la corona (Kevin Menna e Iván Díaz) sufrieron diversos problemas y no fueron muy competitivos, aún con el mejor andar difícilmente hubiesen sido un escollo en el camino del tresarroyense a la consagración.
En la serie dominó con autoridad y en la prefinal, contando con Federico Pedone como escudero, se impuso sin sobresaltos; pero no fue la más rápida por un ingreso del AS. Así, en la final desde la pole largó un veloz Machalinski, mientras Menna y Díaz (ambos terminarían abandonando) partían 9º y 10º.
Pero De Marcos, y tras una largada prolija, sólo necesitó un par de vueltas para saltar a la punta en una precisa y exquisita maniobra que contó con la altura conductiva del claromequense que se defendió hasta el límite pero que cedió ante un rival superior.
De allí en adelante fue un escape a la victoria porque su escolta entendió, en tres giros, que no podía correrlo. Entonces la atracción se desvió al resto donde Pedone tras quedar tercero en la partida se retrasó por problemas mecánicos hasta que volvió a recuperar ese gran nivel que tenía y pudo terminar 9º. Quien se vino de atrás fue Chiantelassa y era quien daba el gran show, pero tanta velocidad lo llevó al trompo en la curva “1” con posterior abandono. En tanto, Prieto (con problemas en la semi y entrando por el repechaje) mostró todo su repertorio para llegar 7º tras partir 19º.
La vuelta de honor con la bandera a cuadros le permitió recibir a De Marcos el reconocimiento de los espectadores, que vieron en él a un piloto preciso, veloz, constante y respetuoso por el automovilismo.
Mar y Sierras
El juarense Raúl Alonso y el garmero Bernabé Osa llegaron al Premio Coronación como segundos en el campeonato y se retiraron campeones de Mar y sierras A y B, respectivamente.
Para Alonso fue el primer título en la categoría más potente del automovilismo zonal tras varios años de alto protagonismo y repetidas candidaturas. En tanto Osa alcanzó lo que pocos, tricampeón de una siempre atractiva y competitiva Mar y Sierras B, que repite un parque automotor numeroso.
Las historias tuvieron varios puntos en común pero la consagración de Alonso tuvo algo más de suspenso. En la primera final mantuvo la punta tras la largada, acosado inicialmente por un Perugini que se defendió lo que más pudo ante un rápido Arias. En tanto, Juan Giancaterino, el líder del torneo, sólo podía defender el cuarto lugar. Alonso ampliaba su ventaja pero cuando Arias sobrepasó a Perugini empezó a acortar la diferencia, pero el motor le dijo basta; esto, más lo indócil que se le puso el auto a Perugini le permitieron a Giancaterino terminar segundo y quedar sólo un punto atrás de Alonso en el campeonato.
En la segunda final el chavense partía tercero y el juarense cuarto. Quien terminaba adelante era campeón. Y Alonso partió como un rayo al ver la luz verde y quedó segundo, dertás de Perugini que pasó a Santiago. Giancaterino se sintió presionado o bligado a ir para adelante, pero se excedió y cometió el grave error de pegarle dos veces de atrás a su rival directo hasta hacerlo entrar en trompo. Así todo cambiaba, pero el destino “acomodó” la historia en favor del juarense cuando el motor del chavense dijo basta. Entonces el festejo fue doble por Perugini que conseguía su primer triunfo en la “A” y por Alonso que ante la exclamación y respeto del público se convertía en flamante campeón.
Bernabé Osa, en tanto, comenzó a esculpir su tricampeonato ganando la segunda serie, que fue la más veloz; en la semi hizo todo bien, repitió su andar pero no fue elmás veloz, aunque igual saltaba a la punta del torneo porque el líder, Enzo Garda, era cuarto en la batería y tercero en la semi.
En la final, Alvarez emprendió una rápida escapada, dejando atrás al campeón que, con un gran auto y muchísima experiencia, manejó las necesidades sobre el combativo y también aspirante al título, Costas. En tanto, Garda se debatía pero no podía darles caza y sólo avanzó al cuarto puesto cuando se paró Zotes. Pero eso a Osa no le importaba mucho porque ´çel ya había hecho su trabajo y sólo le quedaba festejar el “tri” con la mayor hinchada que el fin de semana copó el Moto Club.
Datos aportados por Jorge López Ipiña